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Durante unos días en el Colegio Mayor Guadaira hemos tenido la inmensa suerte de contar con la presencia de su eminencia el Cardenal Arzobispo de Lima Don Juan Luis Cipriani. Han sido unos días de descanso para él que ha querido compartir con nosotros, cómo ya hizo hace 14 años. Llegó a nuestra casa el pasado día 2 de Marzo procedente de Roma, donde ha asistido al Consistorio Ordinario de Cardenales, y se marchó el día 5.Durante este tiempo, el Cardenal ha tenido la oportunidad de descansar conociendo la ciudad de Sevilla, de ver bailar a sus seises y conocer más de cerca la universidad de Sevilla y sus universitarios desde nuestro Colegio Mayor. Tuvimos la inmensa suerte de compartir una tertulia con los residentes del Mayor en la que nos animó a ser buenos estudiantes, a cultivar la amistad, a tomar decisiones y cumplirlas, a ser valientes no teniendo miedo al compromiso para hacer una sociedad cada día más cristiana y a acercar a nuestros amigos a Dios.
Al despedirnos, le impusimos la Beca de Honor del Colegio Mayor, como muestra del cariño y el agradecimiento que tenemos al Cardenal Cipriani por compartir con nosotros parte de sus días de descanso y para que nos tenga presente en sus oraciones.
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[su_column][/su_column][su_column class=»alignright»][/su_column][su_column]Durante unos días en el Colegio Mayor Guadaira hemos contado con la presencia del Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima y Primado de Perú. Han sido unos días de descanso para él que ha querido compartir con nosotros. Llegó a nuestra casa el pasado día 2 de Marzo tras su viaje a Roma, y se marchó el día 5.
En este tiempo, el Cardenal conoció un poco más la ciudad de Sevilla y la vida en este Colegio Mayor que ya visitó en el año 2000. Disfrutó de un día en la provincia de Cádiz e hizo una visita para rezar en la Basílica de la Macarena.
También compartió con nosotros una tertulia en la que nos habló de temas muy interesantes, nos habló de su vida como deportista de élite, de sus principios como obispo de Ayacucho, de su amistad con el Papa Francisco, y de su constante esfuerzo por ser un digno Príncipe de la Iglesia.
“Yo no nací Cardenal, aún estoy aprendiendo a serlo, todos los días lo hago” – Mons. Cipriani.
También nos animó a tomar decisiones y cumplirla, a ser claros y decisos. Nos dio consejos para no decaer en nuestro empeño por poner a Dios en el centro de nuestras vidas y dar testimonio de él.
Como colofón, al despedirlo, le impusimos la Beca de Honor del Colegio Mayor, como muestra del cariño y el agradecimiento que le tenemos al Cardenal por compartir con nosotros parte de sus días de descanso.
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