El viaje comenzó con fuerza. Universitarios de varias ciudades andaluces y extremeñas nos reunimos en nuestra sede para ponernos cara y plantar las bases de nuestra expedición. Tras un almuerzo ligero salimos al aeropuerto. La escala en Barcelona estuvo muy exprimida: paseo por Plaza Cataluña, visita a la Sagrada Familia y un tapeo antes de volver al avión.
Al llegar al aeropuerto de Roma descubrimos con horror que la mitad de los equipajes se habían perdido, lo que además nos hizo llegar al alojamiento muy tarde. Pero no decayó el ánimo: nos ayudamos unos a otros con lo básico y el Domingo de Ramos a primera hora de la mañana estábamos entrando en la Plaza de San Pedro. Para muchos era la primera vez en la Urbe, y para todos fue una oportunidad enorme de estar cerca del Papa y de poner la Semana Santa en el camino adecuado.
Nuestra expedición fue capaz de plantarse de frente a la burocracia romana (tarea no desdeñable) y recuperar los equipajes. Así se ve con otros ojos la Ciudad Eterna. No nos saltamos ninguno de los clásicos: paseo por Villa Borghese hasta Il Pincio, con puesta de sol espectacular, gielato en Frigiradirum, conversaciones por Fori Imperiali hasta el Colosseo (donde asistimos al Via Crucis) y, por supuesto un Triduo Pascual de altura, en la Iglesia de Santa Maria in Aracoeli.
El Martes Santo era el día reservado para los encuentros universitarios del Univ Forum en la Pontificia Università della Santa Croce. Las ponencias Guadaira marcaron la diferencia y recibieron alabanzas del tribunal. José Luis Salinas e Ignacio Castrillón (CMG23) mostraron sus habilidades dialécticas. Alberto González (CMG22) y Martín Grande (CMG23) plantearon cuestiones de fondo sobre la Inteligencia Artificial y su impacto en la vida diaria desde diversas perspectivas, en línea con la temática de los encuentros de este año “Human Factor”.
El UNIV24, nos ha dejado recuerdos en la retina que durarán mucho. La Audiencia con el Santo Padre en el Aula Nervi, la tertulia con el Padre en Cavabianca, y tantas conversaciones profundas por las calles de Roma. Y ahora ponemos ya los ojos en el UNIV25!
Arrivederci, Roma!